Gran parte de la atención en la evolución del Arsenal esta temporada se ha centrado en los jugadores que el club compró en el verano.
El fichaje de Declan Rice no requirió tanto entrecerrar los ojos, su incorporación fue rápida y la necesidad de él era obvia.
Si bien todos esos elementos han sido importantes y dignos de discusión, de manera más silenciosa el Arsenal también ha podido reducir su dependencia de ciertos jugadores importantes, particularmente jugadores para quienes la condición física ha sido un problema.
La asociación del ‘falso 9’ entre Kai Havertz y Leo Trossard ha rebajado la reciente ausencia de Gabriel Jesús de catástrofe a inconveniente.
El Arsenal ha ido ganando profundidad y variedad poco a poco.
La fragilidad de Tomiyasu y Zinchenko sigue siendo una molestia, mientras que Jurrien Timber no ha estado disponible durante toda la temporada.
La solución de Arteta parecía ser que Zinchenko y Tomiyasu compartieran el puesto de lateral izquierdo en una especie de modelo 60-30 o 70-20.
Pero la debilidad del ucraniano por las situaciones uno contra uno hizo que la mayoría de los aficionados prefirieran a Tomiyasu como lateral izquierdo para los partidos contra oponentes más grandes y ambiciosos.
Kiwior ha jugado como lateral izquierdo en las últimas semanas y después de algunas actuaciones tipo “pescar en un árbol”, el polaco parece mucho más cómodo en un rol ajustado en el que no se le pide que invierta en el mediocampo.
Admito que soy un verdadero Zinchenko.
El problema para él, desde el punto de vista de su reputación, es que el control y la arrogancia que añade en la posesión son tan voluminosos que a veces son difíciles de detectar.
Sin embargo, es difícil argumentar que el Arsenal lo ha extrañado durante su última lesión.
Como seguidores, a menudo estamos muy interesados en dar de baja a los jugadores del club basándonos en muestras pequeñas de forma.
Sin embargo, sin duda Zinchenko ya había experimentado una especie de descenso esta temporada, aunque no especialmente humillante, al rotar con Tomiyasu en el lateral izquierdo.
El trabajo de Gabriel Martinelli parece notablemente más fácil con un lateral izquierdo más ortodoxo detrás de él.
Sin embargo, hasta el momento ha habido muy pocos rumores sobre un nuevo contrato, lo que bien podría deberse a su fragilidad física.
Como dije antes, los buenos equipos son fluidos y las exigencias que se les imponen cambian todo el tiempo, lo que significa que el personal y la forma también tienen que cambiar.
¿Renovará el nivel de importancia que disfrutó la temporada pasada?
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